El Corredor Transístmico ¿será una realidad en el Istmo?
María de los Ángeles Nivón
El Senado de la República ha puesto
especial interés en el Proyecto Logístico del Istmo de Tehuantepec o
Corredor Transístmico. De hacerlo realidad para poder concretar un
proyecto planeado desde hace 100 años, es decir, un siglo.
Me llamó poderosamente la atención el
proyecto, interesante, ambicioso, innovador, que de concretarse sería el
boom económico para el Istmo y para el gobierno mexicano.
El Corredor Transístmico Hoy, Una
Oportunidad Histórica, titula al proyecto Marcos Theurel Cotero, actual
presidente municipal de Coatzacoalcos, Veracruz y estudioso del tema.
Veamos su propuesta:
El edil veracruzano argumenta que nuevos
factores como los incrementos en el precio de los combustibles, las
alzas en las tarifas del Canal de Panamá, la saturación de los
corredores logísticos de la costa Este y Oeste de Estados Unidos, hacen
del Corredor Transístmico Hoy, un Proyecto viable y altamente rentable
para México en muchos aspectos.
Es también una Oportunidad Histórica de
poner a México en el centro de la actividad económica más rentable y de
mayor crecimiento en el planeta; el comercio global. Desarrollando
sustentablemente al Istmo mexicano, la región más atrasada del país.
Pero además, de lograrse, permitiría
reducir la dependencia económica que tiene México del petróleo, porque
se activarían nuevas cadenas productivas con la integración de insumos
mexicanos a productos de exportación.
Marcos Theurel, divide su propuesta en dos vertientes importantes:
Que el Corredor Transístmico operaría
como Puente Terrestre para el Paso de Contenedores y segundo, como
Recinto Fiscal Estratégico para la Transformación de Mercancía.
En un Puente Terrestre como Tehuantepec,
la necesidad de tener que bajar a tierra la carga, transportarla por
ferrocarril y cargarla a un segundo buque, abre la posibilidad de poder
importar solo los insumos básicos, las piezas, los componentes primarios
de mayor valor tecnológico.
Y así poder agregar un cierto porcentaje
de piezas, insumos, componentes o mano de obra mexicana, hasta
convertir el producto importado en producto nacional, activando así la
economía de nuestro país.
Además, plantea que establecer al
Corredor Transístmico como un centro logístico permitirá desarrollar
Recintos Fiscales Estratégicos, maquilas, armadoras a lo largo del Istmo
de Tehuantepec para poder agregar valor a las importaciones Asiáticas.
Las cuales se transformarían en
productos mexicanos, lo que permitiría lograr los ahorros en aranceles y
tarifas que establecen los tratados de libre comercio.
Con estos dos esquemas, México se
ubicaría en el punto central del más grande intercambio comercial del
mundo, como el socio natural de Asia, como la puerta de entrada de los
productos asiáticos a Estados Unidos de América y Europa.
Y con la amplia posibilidad de exportar productos mexicanos que se integren y combinen con productos asiáticos.
La viabilidad económica del Corredor
Transístmico para transportar carga como Puente Terrestre entre el
Oceano Pacífico y el Golfo de México depende en gran medida de sus
costos de operación, de los costos relativos en comparación con el Canal
de Panamá.
Depende, también, de la eficiencia del
sistema, de los tiempos que requiere el transporte terrestre de la
carga, y de otros factores externos como es actualmente la saturación
del cruce por Panamá, además de que sus costos al cruzar este canal, se
incrementaron hasta en un 65 por ciento.
En el gobierno de Vicente Fox Quesada se
hizo un estudio sobre la factibilidad de este proyecto, pero en ese
entonces, en el 2006, las cotizaciones eran muy elevadas porque nadie
movía carga de contenedores por el Transístmico y el argumento final del
estudio, fue que las maniobras de cargas, descargas y transporte, lo
encarecían.
Sin embargo, señala el especialista, hoy
se comprueba que los precios de fletes analizados en el 2006 ya no son
vigentes, y que actualmente es más económico utilizar el Corredor
Transístmico que el Canal de Panamá.
Ello, porque transportando carga por el
Transístmico se ha comprobado que el precio del flete tiene un
comportamiento elástico, es decir, a mayor volumen, menor costo.
Theurel propone que el desarrollo del
Proyecto Logístico del Istmo de Tehuantepec se realice en 5 pasos
anuales: una etapa previa para la elaboración y conclusión de proyectos
técnicos, económicos, jurídicos y la constitución del organismo rector.
Posteriormente vendrían las etapas de
equipamiento, optimización, ampliación y construcción de terminales
portuarias nuevas y Recintos Fiscales Estratégicos.
Porque al igual que el Canal de Panamá,
el Corredor Logístico del Istmo de Tehuantepec, requiere de constituirse
con una personalidad jurídica propia, como un organismo público
descentralizado dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte y de la
Secretaría de Economía.
Un organismo que pueda integrar la
administración de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, del
Ferrocarril del Istmo y de los Recintos Fiscales Estratégicos en un solo
ente coordinado capaz de ofrecer todos los servicios logísticos y
aduanales de manera eficiente y competitiva a potenciales clientes
internacionales.
El proyecto ya fue presentado a los
senadores de la República, y en el caso de Oaxaca, cuenta con el aval
del gobernador Gabino Cué Monteagudo, así como de su homólogo de
Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.
El responsable del área legislativa de dicho proyecto en Oaxaca, es el senador de la República, Eviel Pérez Magaña.
Hasta ahí, a grandes rasgos, la parte
técnica-operativa del Corredor Transístmico, pero habría que analizar
muy bien el impacto ambiental que este magno proyecto traería para las
comunidades en el Istmo y poner mucha atención en los especialistas del
chantaje, las organizaciones sociales.
Si hay un factor social que ha
demeritado el crecimiento económico en el Istmo, y que las inversiones
se vayan de esa región, son precisamente sus “luchadores sociales”, que
han hecho del chantaje y la presión, su modus vivendi, sino pregúntenle a
la empresa eólica Mareña Renovables.
Los empresarios del Istmo, por ejemplo, agremiados
a la Coparmex-Istmo, Canacintra, Sociedad Coordinadora Empresarial de
Ciudad Ixtepec, Canaco- Servytur- Matías Romero y Decide, enviaron una
carta al propio presidente de la República, Enrique Peña Nieto y al
gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo para que atiendan la
problemática violenta de Juchitán.
El sector empresarial en Juchitán no
aguanta más bloqueos, ni la grave inseguridad, las invasiones a
propiedad privada y federal, vaya, están hartos de la anarquía que priva
en esa región del Istmo, porque los especialistas del chantaje y la
presión, simplemente no los dejan trabajar.
Por eso, insistimos, en que el gobierno
de Enrique Peña Nieto y el propio Congreso de la Unión (Senado de la
República y Cámara de Diputados Federal), antes de aprobar el proyecto
que es altamente rentable, tienen que buscar mecanismos de solución a
esta problemática social, que en el Istmo es una lacerante realidad que
se mueve con total impunidad.
Ojalá y pueda consolidarse un proyecto
de tal magnitud, sería de gran beneficio económico para Oaxaca, Veracruz
y México.
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